Cuando se daña el lenguaje

Cuando se daña el lenguaje

5 de septiembre de 2016.

Columna del Dr. Facundo Manes, Rector de la UF.

De la cabeza. Por un accidente cerebrovascular, un tumor, traumatismo de cráneo o una enfermedad degenerativa, se puede producir una afasia, un trastorno en el lenguaje. Diagnosticada en el siglo XIX, hoy cuenta con alentadores tratamientos de rehabilitación.

El lenguaje es una facultad esencial para el ser humano porque nos ayuda a comprender el mundo, a comunicamos unos con otros, a decirnos palabras de amor o de rechazo, a construir mundos maravillosos con los cuentos que les leemos a nuestros hijos antes de dormir. Es por eso que cuando esta capacidad tan internalizada se ve afectada, el mundo parece derrumbarse. Esto le sucedió a Tan, el paciente estudiado por el reconocido neurólogo francés Paul Broca. Claro que ése no era su nombre, sino que comenzó a llamárselo así porque justamente Tan era la única sílaba que él podía pronunciar. Sabía qué quería decir pero le era imposible comunicarlo con el habla.

La afasia es la afectación de uno o más componentes del lenguaje que ocurre como resultado de una lesión cerebral. Esta alteración del lenguaje es muy diversa: según las áreas cerebrales dañadas, las personas pueden tener afectada la comprensión o la producción del lenguaje y, a veces, ambas habilidades. La principal causa de esta condición es el accidente cerebrovascular aunque también puede producirse por la presencia de un tumor, un traumatismo de cráneo o de una enfermedad degenerativa.

La llamada afasia de Broca se produce cuando se lesiona el área de Broca (así llamada en claro homenaje al célebre médico francés, ubicada en el lóbulo frontal, generalmente del hemisferio izquierdo en personas diestras). Como consecuencia de esto, la persona tiene dificultades para hablar, utiliza muy pocas palabras e, incluso, le cuesta articularlas. Es decir, su habla no es fluida y sus oraciones a menudo no son gramaticalmente correctas. Sin embargo, puede comprender el lenguaje.

Otra alteración se presenta en la llamada afasia de Wernicke, causada por una lesión en el área así denominada, que se encuentra en el lóbulo temporal (generalmente del hemisferio izquierdo en personas diestras). Quienes la padecen tienen dificultades para comprender el lenguaje oral. Su habla es fluente, pero el discurso posee una inadecuada selección de palabras. Aquí, la comprensión es la habilidad más afectada.

La afasia global es ocasionada por extensas lesiones cerebrales. En este caso tanto la producción como la comprensión del lenguaje se encuentran severamente comprometidas. Algunas veces, las afasias son transitorias y duran horas o días, mientras que, en otras, las personas se recuperan espontáneamente. Por lo general, se requiere de un tratamiento orientado a rehabilitar los procesos afectados en cada paciente en particular. Es importante considerar que los primeros meses luego de la lesión son fundamentales para su tratamiento. El pronóstico es difícil de predecir porque influyen muchas variables. Por ejemplo, las personas jóvenes con lesiones menos extensas se recuperan más rápido. Asimismo, la comprensión se recupera, por lo general, mejor que la expresión.

Como muchos de los casos clave para la literatura médica, la habilidad y el esfuerzo de los investigadores posibilitaron grandes avances en estudios y tratamientos de condiciones que afectan a los pacientes. El de Broca y Tan es uno de los más trascendentes del siglo XIX. Pero también lo fue el avance de estos conocimientos, en manos del conjunto de científicos que prosiguió con sus investigaciones. El principal objetivo de la ciencia es mejorar la calidad de vida de las personas. Pero para ello también es fundamental la comprensión, el respeto y el compromiso de toda la comunidad.

Extraído de: Revista Viva, Diario Clarín.

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