¿Sirven los tips meditativos?

¿Sirven los tips meditativos?

22 de septiembre de 2016.

Columna del Lic. Martín Reynoso, Director y docente en posgrados de Neurociencias en UF.

Estoy finalizando una conferencia para un gran grupo de docentes y profesionales “psi” que trabajan en la integración de personas con discapacidad. El interés y la motivación que genera el contar con estrategias para manejar mejor el estrés y desarrollar una actitud más asertiva hacia el contexto escolar no me exime de tener que someterme a la pregunta que menos me gusta. Es inevitable, un karma: ¿Podrías brindarnos tips para usar esto en el aula?

No puedo menos que decirme a mí mismo que es muy difícil organizar, sucinta y efectivamente, todo en una serie de consejos con buena intención. Pero por otro lado comprendo la petición: apunta a concretar, sin rodeos ni elucubraciones, las técnicas apropiadas en los momentos apropiados de la dinámica escolar.

Así ocurre en las empresas, en las instituciones de salud, en todos lados. Si derramás una cascada de tips seguramente tenés más posibilidades de ganarte el favor de todos.

Peligros de los tips

La palabra tip quiere decir en inglés varias cosas, entre ellas consejo, sugerencia. Así es que la hemos cobijado como propia al tiempo que este idioma ha penetrado en nuestra cotidianeidad.

Los profesionales de la salud solemos preocuparnos cuando se considera a la lista de tips como un modelo para poner en práctica sin más, como una biblia intocable a respetar a rajatabla. Porque por un lado prescriben ciertas conductas en contextos determinados, que pueden ser modificados, y porque pueden invitar al cliché de que A produce B, cuando sabemos que la realidad es mucho más compleja. Además, muchas personas parecen querer ahorrarse el camino de aprender seriamente las técnicas y limitarse a aplicar tips, como un mecanismo postmoderno de utilización rápida y fast food del conocimiento.

En el ámbito meditativo, concretamente con Mindfulness, ocurre otro tanto. Es difícil poder brindar tips cuando quienes quieren aplicarlos no han transitado por la experiencia de poner a prueba consigo mismos las técnicas. Es que cuando ya tenemos experiencia propia ¡los tips surgen naturalmente!

¿Cómo usarlos en mindfulness?

La revista “Respira Vida” aconseja lo siguiente para el trabajo: Si caminas a la parada de autobús o metro, apaga el teléfono. Siente tus pies en el suelo y el movimiento de tus piernas y caderas. Nota tu respiración. Es un consejo genial, pero…siempre y cuando hayas experimentado la práctica de mindfulness anteriormente. Sino se vuelve una acción mecánica con poca capacidad interoceptiva para ejecutarla. Una vez entrenado el cerebro con práctica, es una manera excelente de mantener viva la atención plena.

El sitio web Buit, de belleza y salud, recomienda como tip: Fija tu mirada en algún objeto que esté cerca y dedícale toda tu atención. Esto permitirá que logres despejar los pensamientos que inevitablemente invaden nuestra mente. Esto suena muy bueno como práctica de atención plena, pero dudo que si hacés sólo esto desarrolles atención plena. Lo más probable es que…no logres despejar la mente sino tenés entrenada la concentración.

El sitio Mindfulness de mujer habla ya no de tips, sino de trucos: Si vas en Bus o Metro, lo mismo que haces en el semáforo, espera con atención y calma en la parada. Aprovecha el tiempo para ti, evita la distracción de cualquier dispositivo de comunicación. ¿Cómo se espera con atención y calma si uno no ha desarrollado la habilidad primero? ¿Es sólo querer y hacer?

Por lo tanto, creo que es muy importante subrayar que el mindfulness debe ser entrenado con cierta perseverancia y continuidad para que los tips realmente tengan más efectividad.

De hecho, ¡yo mismo he brindado tips en este espacio otras veces! Pero no podemos reducir todo a la aplicación mecánica de consejos bienintencionados. Inevitablemente, tenemos que hacer el camino para luego hablar de él.

Extraído de:  Clarin.com – Buena Vida, Ser Zen

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