Comida, sexo y sueño: cómo la ansiedad atraviesa la vida cotidiana de los argentinos…

Comida, sexo y sueño: cómo la ansiedad atraviesa la vida cotidiana de los argentinos…

21 de julio de 2018. Opinión de la Dra. Mónica Katz, directora de posgrados UF.

Comida, sexo y sueño: cómo la ansiedad atraviesa la vida cotidiana de los argentinos y se puede transformar en “pensamientos catastróficos”

Comer en exceso a pesar de no tener hambre, pelearse en el tránsito o estar irritable, inhibirse en el sexo -o todo lo contrario- son diferentes formas en las que la ansiedad puede manifestarse en nuestra vida cotidiana. Los médicos psiquiatras José Eduardo Abadi y Daniel López Rosetti, el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin, la médica nutricionista Mónica Katz y el investigador Adrián Yoris de INECO dialogaron con Infobae y explicaron cómo la ansiedad afecta a los argentinos.

La ansiedad es una reacción afectiva, un estado de tensión o malestar general que puede venir de diferentes orígenes, como conflictos conscientes o inconscientes no resueltos, residuos de situaciones traumáticas o encrucijadas en las que se siente una persona atrapada. También puede aparecer por la inestabilidad, la incertidumbre y los miedos que se nos presentan tan a menudo en el día a día”. Así describió a Infobae el médico psiquiatra y psicoanalista Jose Eduardo Abadi (MN 44946) la ansiedad, ese estado que tanto afecta hoy en día a los argentinos.

“Cuando el malestar y la tensión se expresan con el cuerpo lo llamamos angustia y puede derivar en reacciones corporales como agitación, taquicardia, malestar, mareos, problemas gastrointestinales, contracturas, problemas en la voz, vómitos, vértigo, etc. La ansiedad y la angustia son algunos de los motivos más frecuentes en la clínica psiquiátrica y psicoanalítica de hoy en día”, reveló.

“La ansiedad se plasma en la comida cuando hay exceso en la ingesta; en el sexo se muestra con las búsquedas constantes de relaciones para sentirse hiperpotente o, por el contrario, con la inhibición de la sexualidad. En las relaciones, se expresa con la irritabilidad o las descargas agresivas como, por ejemplo, en las discusiones del tránsito cuando algo, totalmente menor, se transforma en una situación con golpes. Otro plano en el que puede presentarse es en las relaciones laborales por la autoexigencia de rendimiento y, por oposición, cuando la angustia impide concentrarse y trabajar. También en la intolerancia al diálogo y al disenso”, explicó Abadi.

Algunas de las causas de la ansiedad

En el 2015 se realizó en la Argentina el Estudio Epidemiológico Nacional de Salud Mental. Participaron la Facultad de Medicina de la UBA, con la colaboración de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), el apoyo de la OMS y el financiamiento del Ministerio de Salud de la Nación. El estudio demostró de que 1 de cada 3 personas en nuestro país presentó un trastorno de salud mental a lo largo de su vida desde los 20 años. Además, que el trastorno de ansiedad (que tiene 85% más de probabilidad de afectar a las mujeres) era la principal causa de malestar, pero sólo el 16% había accedido a un tratamiento por considerarlo un padecimiento “normal”.

“La Argentina es una sociedad que tiene una enorme tendencia al pensamiento mágico, que juega mucho con la ilusiones. Y estas ilusiones tienen fecha de vencimiento y se pueden convertir en decepciones. Las decepciones provocan tristeza y sensación de mucha debilidad y de peligro. La sociedad argentina tiene mucha inestabilidad en el plano económico, social y político que generan una sensación de inestabilidad emocional y de inseguridad crónica”, detalló el médico psicoanalista Abadi. Y agregó: “La falta de normatividad impide la confianza para arriesgar de un modo coherente y genera una vivencia de mucha peligrosidad que se deriva en ansiedad y angustia”.

¿Cuáles son los momentos de la vida en donde hay más ansiedad? “Hay ciertos momentos de la vida donde se puede generar una mayor ansiedad, como las crisis vitales. Por ejemplo, cuando uno deja un trabajo o cuando se jubila. El trabajo les da a las personas cierta identidad, afirmación y autoestima que cuando se deja, muchas veces pueden quedar afectadas y empiezan los ataques de angustia”, afirmó Abadi.

¿Todas las clases sociales se ven afectadas por la ansiedad? “La ansiedad atraviesa a todas las clases sociales. Porque la ansiedad es consecuencia del estrés, la inseguridad y los miedos. En conclusión, la ansiedad es consecuencia de toda la historia de la persona. La problemática psicológica no tiene que ver solo con lo material. Pero, quienes tienen más recursos pueden acceder a una asistencia terapéutica para tratarla”, respondió el especialista.

Sobre si hay personas que tienen más tendencia a ser ansiosas Abadi explicó: “Sí, hay personas que se han visto más desprotegidas, que han tenido situaciones traumáticas, accidentes, ataques, bullying, robos, quiebras, es decir todas situaciones que desbordan a la capacidad de las personas para manejarlas o controlarlas. Experiencias que dejan marcas que después se convierten en facilitadoras de cuadros de ansiedad”.

La ansiedad y el sueño

“El síndrome del estrés tiene numerosas manifestaciones clínicas, psicólogicas y emocionales, pero una de las más frecuentes es la ansiedad”, afirmó en diálogo con Infobae el doctor Daniel López Rosetti (MN 62540), jefe de servicio de medicina del estrés del Hospital Central de San Isidro y autor de libro Emoción y sentimientos. “Los argentinos, al igual que en el resto del mundo, no escapan a lo que se denomina estrés psicosocial, es decir, que por distintas condiciones, cruza tangencialmente a toda la sociedad. Esto se da en cuestiones de guerra, catástrofes, pero también en situaciones económicas que atraviesan a toda la sociedad (situación que en la Argentina se da en forma repetitiva). También, está relacionado a la aceleración del tiempo que las sociedades modernas imprimen y, en nuestro caso, además podría verse en las relaciones interpersonales en lo que se conoce como “la grieta”. Con lo cual, las consultas en el síndrome del estrés que vemos en nuestro hospital, ha ido aumentando en forma sostenida”.

Y detalló: “En nuestro servicio pasan 5 mil personas al año entre diagnóstico y tratamiento. Y en los últimos 5 años, las consultas relacionadas al estrés aumentaron el 30%. Algunos de los síntomas por los que se realizan las consultas son la dificultad de concentración en el desarrollo de las tareas cotidianas, dificultades en las relaciones interpersonales, disminución del entusiasmo y la creatividad, alteración del sueño y una perspectiva negativa del futuro en la cual el horizonte se hace más estrecho”, escribió Lopez Rosetti. Y agregó: “El sueño se puede alterar por varios motivos, uno de ellos es el estrés. Esto puede afectar la conciliación o el mantenimiento del sueño. O aún habiendo dormido, las personas expresan que no ha sido reparador y que se despiertan con sueño”.

¿Cómo es el tratamiento para la ansiedad? “Nosotros en el hospital tenemos un enfoque multifactorial. Trabajamos con la psicología cognitiva que tiene que ver con la reformulación de tareas, la toma de conciencia de los porqués de las conductas y la modificación consciente de ellas. También con la reformulación de pautas de vida y de proyectos. Además, puede incluir o no (por determinado tiempo) la medicación. Y la frontera final es trabajar con la filosofía con que la persona se toma la vida”, aseguró el experto del Hospital Central de San Isidro.

La ansiedad y la comida

La ansiedad atraviesa muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, por ejemplo la comida. “Desde hace años sabemos que la gente no come sólo por hambre real, sino que hay otros motivos como el consumo hedónico (por placer) y el consumo emocional”, comenzó a explicar a Infobae la médica nutricionista Mónica Katz (MN 60164).

¿Qué nos diferencia de otras sociedades? “En todas las sociedades hay problemas de parejas, de relaciones, de salud, pero los argentinos tenemos una cuota de incertidumbre cotidiana que genera una tensión que no es común en otras sociedades o culturas y eso es un factor más que se suma para entender por qué estamos más obesos, más hipertensos y con más diabetes. Claro que, obviamente, hay otros aspectos que influyen en la alimentación que van desde el precio, el acceso, el gusto. Pero, cuando en una sociedad la incertidumbre en los aspectos políticos y económicos son enormes, sin duda la ansiedad es un determinante importante de por qué comemos como comemos”, afirmó Katz.

“Hay que tener en cuenta que los humamos también comemos para regular emociones.Una de las funciones de la comida es bajar el cortisol (la hormona del estrés). Entonces, nos hacemos una trampa, porque muchas veces comemos porque queremos bajar el cortisol, el estrés. Pero eso deja una huella en el cerebro. Si comemos para no sentir, para no pensar, para no decir, estamos medicándonos con comida y eso tiene muchas consecuencias”, advirtió.

“Encuestamos a 500 personas (hombres y mujeres de 18 a 65 años) y los resultados que obtuvimos fueron tremendos. El 80% de las mujeres y 60% de los hombres que asistían al centro de nutrición dijeron que comían por ansiedad”, compartió la experta en nutrición sobre un trabajo que realizaron en un centro.

La ansiedad y el sexo

La ansiedad influye en todas las áreas y la sexualidad no está exenta. “En las relaciones sexuales la ansiedad se demuestra de muchas maneras. Por ejemplo, hoy todavía hay hombres que sienten que ‘tienen que cumplir’, ‘tienen que complacer’, ‘el pene tiene que estar erecto’. Por eso ha aumentado mucho el consumo de viagra ‘por las dudas’ pero sin indicación médica porque no existe una enfermedad orgánica”, detalló a Infobae el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (MN 74794).

Y el especialista agregó: “El empoderamiento femenino ha causado mucha inseguridad en algunos hombres. Que la mujer pueda expresar lo que quiere y lo que le gusta hace que muchos hombres se sientan inseguros o presionados y usen el viagra y el alcohol para desinhibirse y bajar la ansiedad”.

Por último, Guedin afirmó: “Los argentinos somos ansiosos. La ansiedad nos hace ver catástrofes o situaciones desfavorables donde no existen. Es un estado de alerta hacia la incertidumbre de lo desconocido y nos hace pensar que lo que va a venir nos va a hacer fracasar. Y estos vaivenes anímicos también se dan en la cama. Cuando nos sentimos mejor con nosotros mismos es porque la ansiedad bajó y nos podemos conectar mejor con nuestro cuerpo y con el otro”.

La ansiedad y los pensamientos catastróficos

El licenciado Adrián Yoris, psicólogo e investigador de la Clínica de Ansiedad y Trauma de INECO dialogó con Infobae y explicó: “La ansiedad es una respuesta ante el estrés que se anticipa a eventos negativos. Cualquier problema vital que se nos presente como por ejemplo una separación, un problema de pareja o un tema laboral, se va a abordar de la misma manera. Por más de que el motivo sea algo cotidiano, la persona va a tomar el evento como algo terrible y, por lo tanto, la respuesta emocional será grande. Por ejemplo, en las relaciones de pareja, donde el vínculo no está garantizado y se transforma constantemente, el individuo puede sentirse como que va a ser abandonado por su persona amada y eso puede traer celos o conductas que llamamos ‘de seguridad’ como revisar los celulares de sus parejas”.

El ansioso siempre quiere tener la solución rápida. “La urgencia que siente el paciente es desmedida, precisó Yoris a Infobae. Poder superarlo, las soluciones no tienen que ser ‘ya’, sino que tiene que dejar que el pico de ansiedad se reduzca. A muchas personas con ansiedad les gusta la inmediatez de las redes sociales o utilizan ansiolíticos”.

“En el enfoque clínico, trabajamos para que el individuo aprenda a tolerar la emoción. Y, aunque el tratamiento varía según la condición e historia del paciente, se trabaja para que la persona pueda experimentar la ansiedad sin tener que escaparle. Las catástrofes son muy poco probables que sucedan pero, en el día a día, cuando aparecen esas imágenes, desencadenan tanta emoción que el paciente sufre mucho. Por eso, los terapeutas ayudan a exponerse a esas situaciones y trabajan en la prevención de las respuestas. En la mayoría de los casos, el trastorno puede superarse”, concluyó el investigador de INECO.

Extraído de: Infobae.com

 

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