Carreras “duras” y “blandas”: en cuáles hay más graduados arrepentidos y por qué

Carreras “duras” y “blandas”: en cuáles hay más graduados arrepentidos y por qué

30 de abril de 2023. Opinión del Lic. Emmanuel Pacheco, Coordinador de Posgrados Favaloro, en Clarín.

Un estudio reveló que los egresados de especialidades sociales y humanísticas son los más insatisfechos. Expertos analizan los motivos.

La elección de una carrera universitaria puede ser una decisión compleja, quizás una de las más trascendentales de la vida de una persona. Y no es poco común que muchos jóvenes se sientan insatisfechos con la decisión que tomaron, incluso luego de haberse graduado.

Un estudio evidencia esto mismo: el porcentaje de graduados arrepentidos de sus elecciones profesionales. La encuesta, que contó con la participación de 1.500 egresados que buscan trabajo de forma activa, fue llevada adelante por el sitio web ZipRecruiter y publicada en febrero.

Uno de los datos más llamativos que se desprende de este trabajo es que los profesionales recibidos de carreras “blandas” se arrepienten más o están más insatisfechos que los profesionales recibidos de carreras consideradas “duras”.

Las carreras que más insatisfechos o arrepentidos generaron son, en su mayoría, las que están vinculadas con temas sociales, humanísticos o artísticos. El Periodismo (87%), la Sociología (72%) y las Bellas Artes (72%) coronan el podio.

Para encontrar las razones de este fenómeno Clarín consultó a profesionales del área de la orientación vocacional. La falta de exploración, el miedo a lo desconocido, la imposibilidad de acceso a información, el papel del contexto y las instituciones fueron algunos de los aspectos remarcados.

El origen de la insatisfacción o el arrepentimiento

Marcos Tabossi, psicólogo y orientador vocacional, destaca que a veces existe una poca “exploración interna” de quienes se preparan para dar el paso de la secundaria a la universidad.

“Desde mi experiencia con los consultantes, puedo decir que las carreras ‘blandas’ son consideradas en el imaginario como más fáciles y para aquel que decide estudiar, sin haber hecho un proceso de exploración interna, es la solución más cercana que encuentra“, explica Tabossi, quien tiene un sitio web llamado Vocación de Orientar y trabaja de forma virtual con jóvenes brindando herramientas para optimizar la elección de un proyecto de vida.

“Por otro lado, el hecho de que sean carreras más conocidas genera más familiaridad, y eso reduce la ansiedad y el miedo. Lo que veo a través de los chicos que atiendo es que como en el imaginario se conocen mucho más las carreras blandas, también hay más margen de confusión. Todo el mundo cree que sabe sobre las carreras blandas porque son conocidas, al menos en el nombre, porque todos conocen a alguien que esté vinculado a la educación, que esté vinculado a la salud, que esté vinculado a las letras”, profundiza el experto.

Tabossi señala que, debido a esto, los jóvenes, muchas veces, se hacen una idea errónea de la carrera que van a estudiar. “Hay mucha menos búsqueda, menos exploración, menos investigación sobre de qué se trata la carrera, cuál es la apertura o el perfil del profesional, el campo laboral de la carrera. Después viene la frustración y decepción de pensar que se trataba de algo y por ahí se trata de otra cosa”, agrega.

El orientador vocacional remarca que en las carreras duras hay mucha más búsqueda, más investigación para saber de qué se trata. Y explica que las materias de las carreras “duras” no son tan convencionales. Entonces uno tiene que saber, o por ahí el chico que elige una carrera ‘dura’ hace otro tipo de exploración, porque es un mundo más desconocido“.

Otro de los motivos que el experto señala como importante es la forma en la que se asocia una carrera a las características de personalidad de quien la elige: “Por ejemplo, a mí me gusta escuchar a mis amigos porque soy empático, entonces estudio Psicología. Eso con las carreras duras no pasa. No se la asocia a una característica de personalidad. En las blandas sí, ‘a mí me gusta mucho la lectura, entonces tengo que estudiar letras’”.

“Este es un elemento a tener en cuenta en la orientación vocacional. Una característica de la personalidad es solo eso, no necesariamente uno tiene que construir una profesión en base a eso“, aclara Tabossi.

También subraya que, muchas veces,  las carreras clásicas más ‘blandas’ funcionan como un “manotazo de ahogado” para el que no sabe qué hacer porque cierra la fecha de inscripción y se siente presionado. “Ese, por lo general dice ‘me anoto en algo para que no me digan nada’, y ahí está la cuestión de las carreras clásicas, que son las que brindan una seguridad imaginaria”, concluye.

“Si los familiares fueron o no fueron a la Universidad, si es un ámbito común para esa familia, si hay profesionales o si el joven es el primero en ir a la Universidad dentro de su familia. Todas esas ideas van construyendo en su cabeza una tendencia, un imaginario, una forma de creer cómo son las cosas, y eso puede incidir”, explica Tabossi.

Sobre la salida laboral de las carreras de corte social y humanístico, el experto detalla: “Trabajar con las personas suele ser más desgastante, obvio que el sueldo suele ser menos. Además del salario, las condiciones de trabajo suelen ser peores. Los profesionales de estas carreras suelen tener más de un trabajo, y el desgaste para generar ingresos o trabajo es mayor que lo que son las carreras duras que por ahí son más especiales, dedicadas o full time”.

El contexto

Emmanuel Pachecho, coordinador de la Diplomatura en Orientación Vocacional y Ocupacional de la Universidad Favaloro, explica que es importante el lugar que se le da al contexto del joven que elige una carrera universitaria en lugar de otra.

“Podríamos afirmar que las personas no partimos del mismo lugar; y en ese sentido las perspectivas que se tengan de futuro, el conocimiento acerca del mundo educativo y laboral son cuestiones que impactan fuertemente en la decisión de continuar y decidirse por una formación universitaria. Desde mi experiencia, veo que hay una gran diferencia en las personas que provienen de contextos vulnerables y con otros recursos”, comenta el especialista.

“Una cosa son las personas que tienen acceso a mayor información, recursos sociales e institucionales en donde estas temáticas se trabajan en la escuela secundaria y se puede acceder a consultas de orientación. Tal vez, otros jóvenes que se encuentran en otro tipo de situaciones no pueden contar con recursos a disposición para poder informarse, para conocer una propuesta educativa”, explica el profesional, quien también se desempeña como Docente de la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Psicología en la UBA.

Pacheco señala que en una sociedad donde abundan los datos “nos podríamos preguntar cuántos otorgan información orientada y relevante para la toma de decisiones futuras: tal vez un joven busca en Google una determinada carrera y aparecen infinitas opciones, ¿esa información es suficiente, responde a las inquietudes de esa persona, es clara y pertinente?

“También se suman a esto otras complejidades de los contextos, como la distancia, las cuestiones del mercado de trabajo, los discursos que circulan sobre las carreras que tienen ‘más salida laboral’“, concluye.

Extraído de: Clarín online

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