¿Es cierto que el estrés engorda?
29 de marzo de 2016.
Columna de la Dra. Mónica Katz, Directora de posgrados en Nutrición de la UF.
Nutrición
Cómo funciona el mecanismo de recompensa y el autocontrol en situaciones de tensión. Consejos.
Hay muchas situaciones en nuestra vida cotidiana que son inevitables y que, por varios motivos, dificultan nuestra rutina y afectan nuestra salud. Cuando uno quiere bajar de peso, la lógica social dice que debemos hacer dieta restringiendo alimentos y bebidas que nos producen placer. De a poco comenzamos a quitar grupos enteros de alimentos: demonizamos el azúcar, las harinas, los hidratos de carbono, las grasas y creemos que está bien tener hambre y malhumor.Esta restricción deriva en estrés, y éste no sólo nos lleva a comer de más: también nos perjudica en nuestros vínculos sociales.
Estas fueron las conclusiones de un trabajo publicado recientemente en la revista Neuron, en el que un grupo de científicos suizos utilizó imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para identificar qué sucedía en ciertas regiones del cerebro de personas que fueron sometidas a una situación de estrés. Las personas debían introducir sus manos en un recipiente con agua helada por más de 3 minutos para que al retirarlas se enfrentaran con una situación que pusiera en juego elmecanismo de recompensa y el autocontrol en relación con la comida. De esta forma, los investigadores pudieron observar y comparar las distintas reacciones de los participantes en relación con la comida y el estrés.
Los escáneres cerebrales determinaron que los participantes que se encontraban estresados dejaron de lado el autocontrol para amplificar su mecanismo de recompensa. Por lo tanto, esto respondería a la pregunta del título, que indaga si el estrés engorda, y da una explicación certera de por qué muchas veces las personas experimentan grandes atracones en situaciones tensas como, por ejemplo, un examen, una pelea de pareja, etc.
Generalmente, no se eligen ingestas saludables sino más bien alimentos de alto valor calórico que nos aporten placer inmediato dejando totalmente de lado nuestra salud porque lo que prima en ese instante es la satisfacción.
Recomendaciones
– Para evitar este tipo de situaciones, lo mejor es armar un ambiente seguro teniendo en la alacena cosas ricas, pero pocas (lo que se va a comer y no de más), y no a la vista. También tené en cuenta que lo mejor para no comer de más es planificar lo que vas a comer día a día, comprar en el súper sólo lo necesario. La clave está en comer como los franceses: de todo, pero poquito. Buscá el equilibrio en todo lo que hagas y vas a notar cómo tu cuerpo va cambiando a medida que se modifican tus hábitos. Por ejemplo, en vez de comprar el paquete grande comprá el chico.
– Otra sugerencia es comer lo más tentador, eso con lo que te cuesta controlarte, en compañía de alguien. La soledad dispara descontrol. En cambio, al comer con alguien más, la mirada del otro es una especie de anclaje que nos ayuda a controlar lo que comemos.
– Frente al estrés, y la solución más fácil, que es comer algo que nos haga sentir bien, la No Dieta propone también los puntos de pausa. Es decir, buscar actividades que nos relajen, nos brinden placer y nos hagan olvidarnos de la comida. Quitar el foco de atención de la ingesta. Puede ser desde ordenar un cajón hasta hablar por teléfono con una amiga. Los buches bucales son una buena opción y también las manualidades o los juegos de ingenio o de memoria.
* Médica Especialista en Nutrición. Fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Municipal Dr. Carlos G. Durand y directora de los Cursos de Posgrado de Nutrición de la Universidad Favaloro.